TESTIMONIOS

Familia Aitken Salamé

Hace tres años atrás, comenzamos la difícil tarea de buscar un Jardín para nuestro hijo y digo difícil porque no encontrábamos nada que nos hiciera sentir que era el lugar indicado. Fue entonces que una amiga nos dijo “vayan a Happy Day, no se arrepentirán”… y tenía toda la razón. En nuestro último año de Jardín, podemos decir que nuestras expectativas han sido superadas con creces. Sólo tenemos palabras de agradecimiento infinito por todo lo que hemos recibido; cariño y amor profundo, entrega sincera, contención y apoyo en los momentos más difíciles. Mateo ha sido demasiado feliz en Happy Day, adora con su corazón a sus educadoras y a sus amigos, porque ha aprendido el gran valor de la amistad!!!